A menudo, después de un baño en el mar en ríos o piscinas, queda agua en el conducto auditivo que, en determinadas condiciones, pueden conducir a la aparición de una infección conocida como otitis externa.
Los primeros síntomas incluyen:
- Enrojecimiento dentro del oído
- Picazón en el oído
- Dolor leve
- Perdida parcial de audición
Si la infección progresa con algunos de los siguientes síntomas, debemos acudir al médico.
- Enrojecimiento extenso dentro del oído.
- Empeoramiento del picor.
- Drenaje purulento o sanguinolento.
- Dolor intenso.
- Fiebre.
- Sensación de obstrucción del canal auditivo.
- Distorsión en la audición o sordera parcial.
La prevención es bastante efectiva para evitar las otitis producidas por el baño. Os recordamos algunos consejos:
- Evitar bañarse en aguas de mar o ríos contaminados y piscinas que no estén correctamente tratadas.
- En las zambullidas y con el buceo la penetración de agua en el oído aumenta considerablemente y con ello el riesgo de infecciones.
- Una vez que salgamos del agua hay que secarse bien los oídos. Se debe secar el pabellón auditivo y la entrada al oído con un gasa, pañuelo de papel o la punta de la toalla. Si a su vez, volteamos la cabeza repetidamente hacia el suelo, facilitamos que el agua alojada en el interior del oído salga.
- Si tenemos la sensación de que restos de agua permanecen dentro del oído podemos hacer irrigaciones con agua marina isotónica, ( Audimer, Audispray).
- No utilizar bastoncillos para retirar la cera y limpiar el interior del conducto auditivo.
- Proteger la entrada de los oídos con tapones de silicona o gorros de baño, puede ser una buena alternativa para personas propensas a padecer otitis.
- Para las personas que practican buceo, las gotas óticas de alcohol boricado son muy efectivas en la prevención de otitis, ( se precisa receta médica).